Para demostrar que la alianza entre el lujo y el cuidado del ambiente, es más que una tendencia pasajera, existen apuestas de las marcas premium para este año, como son: alta costura con materiales reciclables, automóviles deportivos que funcionan con energías renovables, hoteles cinco estrellas emplazados en construcciones amigables con el entorno.
El lujo verde, que tiene fieles seguidores y críticos por igual, dio muestras de su vigencia en el mercado de alta gama en la exposición automotríz de Ginebra, a comienzos de marzo.
Allí, la alemana Porsche, presentó en sociedad dos modelos híbridos, que combinan la velocidad y el confort, con la movilidad eléctrica. Ambos modelos, hacen foco en la reducción del consumo de combustible y de la emisión de dióxido de carbono, manteniendo las características que distinguen la marca.
La alianza entre lujo y ecología, también tiene embajadores en la indumentaria. Entre ellos, la firma italiana Ermenegildo Zegna, que utilizó tejidos confeccionados con materia prima derivada de botellas de plástico reciclables, en la línea deportiva de su nueva colección.
El proyecto Echo-Tech, las camperas impermeables hechas con material 100% reciclado y la Solar Jacket, que incorpora paneles que captan la energía solar y la aprobecha para recargar celulares o iPods, son las protagonistas de la temporada.
La nueva línea de calzado de Louis Vuitton también tiene el sello de lujo verde. La producción de esta temporada viene directo de la nueva planta de la compañía construida bajo estándares ecológicos.
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Turismo y reciclaje: ésa impronta en la construcción, está presente en los emprendimientos de turismo de lujo, orientados a la conservación del medio ambiente, que poco a poco, se hicieron un lugar en el mercado europeo y en el estadounidense.
Mientras que, en América del Sur, destacan dos propuestas del turismo responsable y no invasivo, para el público más exigente: el Hotel Awasi, en el desierto chileno de Atacama y la Estancia Vik José Ignacio, en Uruguay.
Mientras que Awasi es un hotel boutique_ miembro de la red Virtuoso Hotels & Resorts_ que combina la simpleza y la elegancia de sus suites con las tradiciones culturales de la región, la Estancia Vik José Ignacio, propiedad del empresario noruego Alexander Vik, es otro representante regional del turismo de lujo en clave ecológica.
La construcción de estilo colonial, que alberga 12 exclusivas suites en sus 4.650 metros cuadrados de superficie, incorporó los últimos avances tecnológicos para autoabastecerse: molinos y paneles que generan energía eólica y solar, un sistema geotérmico para acondicionar el aire y tubos solares para calentar el agua que se utiliza en baños, cocina, piscina y en la loza radiante, además de contar con una huerta orgánica que provee de verduras de la mejor calidad.
La buena noticia es que, la gran acogida que tubo el proyecto, impulsó otro desarrollo hotelero de Vik en Uruguay, con el mismo concepto de lujo verde.
Extraído de: El Empresario.
Por: Elisabeth Sosa